¿Qué son y a qué se deben las convulsiones?
Se trata de la contracción involuntaria y patológica de los músculos, es decir, de movimientos irregulares localizados en un grupo muscular, en varios o bien en todo el cuerpo. Suelen iniciarse de forma súbita y duran poco tiempo (es importante registrar el tiempo que duran).
En niños, con más frecuencia, se deben a subidas de fiebre.
¿Cuáles son los síntomas?
- Movimientos involuntarios.
- Rigidez corporal.
- A veces van precedidos de cambios de humor, dolor de cabeza, irritabilidad y mirada fija.
- Desvanecimiento súbito sin causa aparente.
- Emisión espontánea de heces u orina.
- Salivación excesiva.
- Sudoración, náuseas, palidez.
- Fiebre (convulsiones febriles).
- Músculos flácidos.
- Pérdida de consciencia.
- Pérdida de memoria transitoria.
¿Qué hacemos ante un niño que convulsiona?
- Tumbarle de lado a ser posible y evitar que pueda hacerse daño.
- Actuar con tranquilidad.
- Comprobar que respira adecuadamente, sin introducir ningún objeto.
- Aflojarle la ropa y retirar cualquier objeto de su cuello como bufandas o pañuelos.
- Si tiene fiebre, intentar bajarla quitándole la ropa.
- No dejarle solo en ningún momento.
- Contar el tiempo que dura la convulsión.
- Si es la primera vez, llamar al 112.
- Si no es la primera vez, y su pediatra se lo ha aconsejado, adminístrele el medicamento prescrito, tal como se muestra en el tutorial:
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